El turista de hoy ha dado un cambio radical al concepto de viaje. Sus preferencias han evolucionado y está dispuesto a apostar por la aventura, procurando realizar una inmersión total en cada destino que visita. Quiere disfrutar de un aprendizaje constante, experimentar las diferentes culturas y beber de cada estilo de vida.

Lo mismo le ocurre a la hora de escoger un alojamiento a su medida; el huésped utiliza hoteles, casas rurales, servicios de alquiler de vivienda (como por ejemplo Airbnb)  o comparte habitaciones según el nuevo concepto de economía colaborativa, quiere sentirse como «en casa», y esa percepción hogareña supera a cualquier lujo. El usuario desea codearse con verdaderos anfi­triones, pasear por los vecindarios y conocer a los lugareños. Para moverse ya no sólo usa líneas aéreas tradicionales, sino que opta sin complejos también por compañías de bajo coste, ya que la inversión en desplazamiento ha pasado a un segundo plano a favor de una experiencia única, llena de riqueza y exclusividad en el destino.

Partiendo de este contexto solo queda responder a una pregunta evidente: ¿CÓMO ORGANIZA SUS VIAJES EL NUEVO MODELO DE TURISTA?

 

1. Dreaming

El español destina casi una quinta parte (18%  de su tiempo a la primera fase del viaje, es decir, a su concepción, a soñar su viaje. La publicidad de agencias, así como las distintas informaciones difundidas a través de correo electrónico, revistas, periódicos, televisión o cine apenas influyen en el nuevo arquetipo. El interés por conocer un lugar es el principal motivo que le lleva a considerar una determinada latitud (82%), al igual que las recomendaciones de amigos o familiares, que también son determinantes (47%).

En cuanto a la compañía que nos gusta llevar, el viajero español sigue siendo tradicional con un 55% viajando en pareja, un 46% lo hace en familia, pero aparecen con fuerza y en tendencia progresiva los viajes con amigos (27%) y los viajes solos o singles (9%), tipologías de viaje que irán en aumento en los próximos años.

 

2. Planning

Las webs de destinos turísticos son la fuente de información más demandada por el usuario (45%). Sin embargo, debemos prestar atención al auge de las webs de opiniones (34%), ya que los testimonios de internautas que comparten sus experiencias en estas plataformas generan mayor credibilidad, y es aquí donde las empresas del sector deben centrar todos sus esfuerzos: reforzando el “boca a boca” positivo, ofreciendo vivencias inolvidables. Los adultos jóvenes con edades comprendidas entre los 24 y 34 años procedentes de la Comunidad Valenciana son los más adeptos a esta tendencia.

El 45% de los turistas elige primero una fecha y luego busca el destino, frente a un 44% que hace exactamente lo contrario. En la horquilla de 18 a 24 años el 54% se decanta primero por el destino, dato significativo que nos indica un cambio de tendencia en la generación millenial. Sólo un 11% de los españoles decide su viaje en función de las ofertas de cada momento.

Visitar una ciudad (40%) es el tipo de viaje más demandado por los españoles, seguido del turismo de sol y playa (37%). Tan sólo el 16% de los viajeros eligen la montaña o el interior para sus vacaciones.

 

3. Booking

El viajero español suele reservar sus vacaciones con bastante tiempo (el 73% con más de un mes de antelación). Este síntoma es especialmente notable en los menores de 25 años, con un 26% que compra al menos 3 meses antes.

El medio digital YA es el más habitual para el booking, con éxito de las agencias online (33%) y el contacto directo con la compañía (45%). No obstante siguen teniendo mucho tirón las agencias tradicionales, con un 22%, que suben ligeramente como canal preferido por los viajeros españoles, respecto al año anterior, en especial en las edades más avanzadas. Pese a esto no podemos dejar pasar por alto el progreso que tienen los comparadores, especialmente en los públicos más jóvenes (alcanzando el 15%).

 

4. Experiencing

Como explicamos en la introducción, el nuevo prototipo de turista busca una experiencia genuina, sin artificios. Las vacaciones ya no son tan largas como antaño, con casi tres cuartas partes de los viajeros españoles prefiriendo viajes de una semana o menos, y con preferencia por los servicios sueltos (64%), un 26% por paquetes (bien sean cerrados o dinámicos), y un 10% con otros formatos más a medida.

 

 5. Sharing

No debe extrañarnos el peso que tienen las redes sociales en el sector turismo. El 41% de los viajeros comparten experiencias y el 30% publica en webs de opiniones; es decir, los distintos públicos ya funcionan como evangelizadores que influyen notablemente en la toma de decisiones de potenciales clientes.

 

Para Angel García Butragueño, Co-Director del Barómetro Turístico BRAINTRUST, conocer las distintas tipologías de viajeros de ocio es fundamental para comprender sus distintos hábitos y comportamientos frente al viaje, lo que permitirá a los proveedores turísticos diseñar estrategias de éxito, estando presentes en todas las fases del ecosistema de consumo de viajes de ocio: dreaming, planing, booking, experiencing & sharing.

El nuevo viajero busca procesos, plataformas y marcas únicas donde resolver todas sus necesidades de viaje de forma fácil y segura. La propia fragmentación del sector, y la desagregación de soluciones por parte de los proveedores está provocando una mayor promiscuidad de los viajeros a la hora de seleccionar su opción, y define una nueva era de escasa fidelidad a las marcas, que necesitan evolucionar de acuerdo a los requerimientos de un nuevo consumidor.

Según José Manuel Brell, Co-Director del Barómetro Turístico BRAINTRUST, una apropiada investigación del mercado desde el punto de la demanda es crítica, si se quiere desarrollar la industria turística del siglo XXI. El sector está acostumbrado a «fabricar y ofrecer» sus propios productos sin tener en cuenta al usuario, práctica más propia de la época previa a la crisis y al uso masivo de internet.

Hoy en día gracias a la inmediatez y facilidad de acceso a contenidos omnicanal, la relación comercial está en manos de los consumidores, que relatan su Experiencia de Cliente, sirviendo de referencia a otros viajeros, que se fían más de éstos que de los propios proveedores de viajes, por lo que una imagen de marca positiva se hace más necesaria que nunca.

Se debe medir la Experiencia con las marcas, porque aunque no se mida en la mayoría de los casos, ésta existe positiva o negativa pero existe, y es la que cuenta para los consumidores a la hora de elegir sus empresas de viajes favoritas, con mayor importancia que incluso el precio para gran parte de los viajeros.

 

¿Quieres obtener información detallada? Ponte en contacto con nosotros y solicita nuestro Barómetro Turístico, el soporte metodológico que determina la disposición del mercado a viajar, así como las tendencias que permiten a todos los proveedores de la industria de viajes identi­ficar oportunidades de negocio y ajustar su oferta a las preferencias de los consumidores.

Ángel García Butragueño (Co-Director del Barómetro Turístico BRAINTRUST)

agbutragueno@braintrust-cs.com

José Manuel Brell (Co-Director del Barómetro Turístico BRAINTRUST)

jmbrell@braintrust-cs.com