Trabajando en el mundo de las consultoras estratégicas, digitales, agencias, y demás empresas dedicadas a asesorar a otros, llevo muchos años escuchando, y usando, mensajes como: “la única constante es el cambio”, “canibaliza tu negocio desde la propia empresa antes de que alguien lo haga desde fuera”, “hay que enfocarse en la innovación constantemente, y todavía más cuando las cosas van bien”, y otras frases similares. Todas estas recomendaciones son correctas, y muy necesarias. Pero, ¿se han aplicado estas empresas de asesoría sus propias teorías a la hora de adaptarse a los nuevos tiempos? Como casi siempre, algunas sí, y otras no, lo que ha cambiado significativamente el mapa del sector.
Es difícil establecer un marco temporal muy claro en el sector de los servicios profesionales, pero es razonable pensar que la irrupción de Internet a finales de los 90 fue un momento histórico extremadamente relevante para sustituir, o al menos replantear, muchos de los paradigmas empresariales que existían anteriormente. Y también creo que es lícito situar la aceleración del cambio alrededor de 2010, después de la crisis financiera del 2008. Aunque estos cambios siempre se producen en periodos de tiempo relativamente largos, y son multifactoriales, desde mi punto de vista esta aceleración estuvo muy influenciada por el cambio de estrategia de algunas compañías, siendo Accenture el gran referente.
Profundizando un poco más en esos factores que he observado en estos 15 últimos años, responsables de este cambio de paradigma, de ciclo, de modelo sectorial, o como lo queramos denominar, hay algunos que, en mi opinión deben destacarse:
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- La grave crisis económica de aquellos años 2008-2011 que afectó a todas las empresas y sectores, llevando a la quiebra y desaparición de muchas empresas pequeñas y medianas, y obligando a las de mayor tamaño a reestructurar los costes operacionales, así como a cuestionar las inversiones en nuevos proyectos. Esta restricción de la demanda de servicios profesionales afectó mucho al sector.
- La expansión de servicios como tendencia. El perímetro de las compañías de servicios estaba cambiando, en muchos casos aumentando en capacidades para incluir servicios de tecnología, pero también diluyendo unas fronteras que tradicionalmente estaban muy claramente separadas, y dibujando un panorama en el que consultoras de negocio tradicional ofrecen servicios de creatividad, empresas de tecnología quieren vender estrategia, agencias de publicidad hacerse digitales, etc. Las fronteras entre las compañías de servicios han cambiado radicalmente, y lo siguen haciendo.
- Accenture poniendo en marcha un plan muy agresivo de crecimiento, tanto orgánico como inorgánico, liderando, amplificando, y acelerando el cambio. En mi opinión, el cambio de estrategia surgió en cierta manera por azar, cuando Accenture empezó a desarrollar grandes proyectos de plataformas tecnológicas para la gestión de contenidos digitales. Ahí vio la oportunidad de incorporar a los ejecutivos de marketing como probablemente el último cliente que le faltaba en los comités de dirección de los grandes clientes, y entendió el modelo de negocio de las agencias lo suficientemente bien como para quedarse una parte significativa de los presupuestos de marketing de esos clientes. Y cuando un líder se mueve, y coge tracción, provoca un efecto dominó.
- Los diversos cisnes negros de los últimos años (pandemia, inflación, crisis energética, guerra en Ucrania…) que han incrementado todavía más la aversión al riesgo de las grandes empresas, y han provocado que se prioricen los resultados a corto plazo, basados en datos, y maximizando el uso de recursos internos y/o colaboradores externos que se puedan adaptar a modelos de trabajo extremadamente eficientes y flexibles.
Es una evidencia que el sector lleva varios años complicados, en constante adaptación (aunque esto es algo que podríamos decir de casi todos los sectores…) pero también es, en estos momentos de cambio, cuándo surgen las buenas oportunidades.
Como conclusión, las empresas de servicios profesionales que respondan a las actuales necesidades de mercado: orientación al negocio a corto plazo, flexibilidad en los modelos de relación con los clientes, competitividad en tarifas, estructuras en red buscando las mejores respuestas tanto dentro como fuera de las propias organizaciones…manteniendo las exigencias de calidad en la gestión y ejecución de proyectos, serán las que resulten victoriosas. Una época interesante, sin duda.
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