Sabemos que en Transformación Digital hay muchos más factores antes que la tecnología. De hecho, la tecnología puede no ser el principal vector de transformación, pero también sabemos que sin tecnología dicha transformación no puede darse propiamente. Con este motivo, y aun finalizando los rigores estivales, conviene no perder de vista el último informe publicado por Gartner sobre las tendencias en el ciclo de expectativas tecnológicas (Hype Cycle), que viene dominado por la adopción generalizada de la Inteligencia Artificial (IA), el biohacking y las plataformas y experiencias de carácter inmersivo.
La IA «democratizada» es la primera de estas tendencias, en el sentido de que nos encontramos a las puertas de un beneficio generalizado de esta evolución tecnológica, que crearán las condiciones para retroalimentar la computación en la nube, el código abierto y una comunidad creadora de desarrolladores, científicos de datos y arquitectos de IA. Como ejemplos, destacan los robots inteligentes que cooperan con seres humanos o reemplazarlos para asignarlos a tareas de mayor valor agregado. Y como impacto más directo en nuestras vidas, la entrada del nivel 4 de conducción autónoma, aquel por el que los vehículos pueden operar sin interacción humana en la mayoríad e condiciones y ubicaciones
La segunda tendencia es algo más compleja y amorfa, pero no por ello menos interesante. Hablamos de la introducción de ecosistemas más dinámicos que necesitarán nuevas estrategias comerciales y unos modelos comerciales basados en plataforma. Para entenderlo, el ejemplo es blockchain como elemento de cambio para los líderes en seguridad de datos, ya que tiene «el potencial de aumentar la resiliencia, la confiabilidad, la transparencia y la confianza en los sistemas centralizados». Otro ejemplo del que podemos valernos son los «gemelos digitales», la representación virtual de cualquier objeto real, que en pocos años se contarán por cientos de millones de ejemplares.
En tercer lugar tendríamos el «biohacking hágalo usted mismo». En opinión de Gartner 2018 es el comienzo de una era «transhumana» donde cohabitarán el biohacking y la «extensión» de los seres humanos. Una realidad que «abarcará desde diagnósticos simples hasta implantes neuronales y estará sujeto a preguntas legales y sociales sobre ética y humanidad». Los biohacks se clasificarán en cuatro categorías: aumento de tecnología, nutrigenómica, biología experimental y «biohacking de molinillo».
En cuarto lugar encontramos una tendencia que puede parecer fruto del capricho, pero que no hace sino dar cabida a cuestiones lógicas de ordenamiento vital: facilitar una experiencia de vida, trabajo y ocio más inteligentes. Es la tecnología detrás de los espacios de trabajo inteligentes, que permiten capturar notas en reuniones con mejor eficacia, proporcionar información personalizada o la interacción entre los suministros de oficina y las plataformas de TI. Una realidad poliédrica que a nivel doméstico la veremos en la creciente conexión entre dispositivos, sensores, herramientas y plataformas que aprenderán de cómo los humanos usan su casa.
Por último, habría que hablar de «infraestructura ubicua», facilitada por la computación en la nube y un entorno de permanente disponibilidad. Una tendencia que permite alumbrar nuevos futuros de negocios, apoyada en la computación cuántica, y asistida por vectores como el aprendizaje automático o el análisis de imágenes. También dentro de este capítulo cabe mencionar el hardware neuromórfico: dispositivos semiconductores inspirados en la arquitectura neurobiológica, que pueden ofrecer un rendimiento extremo con menor consumo de energía en las redes neuronales profundas.
Estas son las cinco tendencias que Gartner destaca en su informe sobre el Ciclo de Expectativas Tecnológicas. Puede que ninguna de ellas por sí sola sea suficiente para afrontar con éxito el camino de la Transformación Digital. Pero, desde luego, de una u otra forma estarán siempre presentes en esa trayectoria. Y por eso conviene tenerlas a mano. Si Gartner las destaca, por algo serán.