Se atribuye al poeta religioso George Herbert la cita «¿Por qué hemos de temer a los cambios? Toda la vida es cambio». Y en las organizaciones de todo el mundo hoy coexisten dos actitudes frente a la avalancha de retos que exige un mercado cambiante y en constante aceleración: la actitud del miedo, y la actitud ágil. La «agilidad» como concepto empresarial, que está revestida de tanta tecnología y tanto tecnicismo que nos invita a ahogarnos en un frenesí de argots, es en primer lugar una actitud. Y esa actitud es la que pauta la diferencia entre los líderes empresariales capacitados para bregar con sus circunstancias y los que, o bien se apartan por su cuenta, o bien serán arrollados por su entorno.
Para no perder el pulso acerca de lo que este 2020 nos traerá en torno al término agile, que 19 años después de su primera definición hoy es un éxito de todos los manuales de gestión, hemos querido echar mano de una de las páginas web de referencia en la materia, Enterprisers Project. Más que una web informativa, se trata de un proyecto online que se define a sí mismo como «una comunidad que ayuda a los CIO y a los líderes de TI a resolver problemas». Una de sus más recientes publicaciones identifica las que, en opinión de sus autores, han de ser las 10 tendencias clave en DevOps (de forma muy, muy, muy resumida: Desarrollo + Operaciones), para el largo año que nos queda por delante.
1. Sin colaboración no hay Agile ni DevOps
La convergencia no solo es inevitable, sino que es necesaria. Se acabó el reservar los vocablos «agile» y «devops» para los departamentos tecnológicos, y se acabó pedir desde la dirección de las empresas que sus departamentos «se vuelvan ágiles». Si se quieren resultados hay que acelerar la comunicación entre empleados en diferentes funciones, para que intercambien sus experiencias utilizando metodologías ágiles. Con respuestas a preguntas como «¿para qué te sirve a ti?», «¿en qué te ha cambiado?», «¿cómo podemos colaborar más estrechamente a partir de lo aprendido?». Quien quiera quedarse fuera del intercambio de información se quedará, paulatinamente, fuera de cualquier opción de ser eficiente en su tarea.
2. No es que te falte talento, es que no lo formas
11 de cada 20 responsables de toma de decisiones quieren que sus equipos DevOps se creen desde dentro de la organización, porque es la forma de lidiar con estrecheces presupuestarias, pero el talento interno no siempre aflora cuando debe. ¿Solución? Tomemos el ejemplo de FedEx, y su universidad de formación interna, que enseña a sus propios ingenieros tecnologías y desarrollo de software modernos. ¿Resultados? La universidad ha vuelto a capacitar a más de 2.500 programadores de software. Quien tome nota de esta firma, acertará en su itinerario «ágil».
3. Próxima estación: el profesional en forma de T
A la formación en nuevas habilidades se ha de sumar el énfasis que cada vez más va a reclamar el mercado en forma de soft skills, que no son ya una opción sino una obligación básica. La empatía y la Experiencia de Cliente son vectores de ruptura de silos, lo que conduce a una forma de «T» en la mentalidad del buen profesional, con profundidad de conocimiento por un lado pero también con amplitud de vistas. Se concibe esta presión como un germen de innovación, que tendrá como beneficio directo que esa amplitud derive a su vez en una mayor aspiración por una mayor profundidad. Un círculo virtuoso.
4. No digas «trabajo realizado»; di «valor realizado»
Es el Value Stream Mapping. Si el mundo ha cambiado no tiene sentido que definamos lo «hecho» igual que ayer. Nadie puede considerar «hice mi trabajo» si no existe un valor realizado. Para quienes sean refractarios a este cambio, obviamente significará más horas, menos acierto y mayor frustración. Para quienes entiendan que esto consiste en lograr que los equipos conciban un ciclo de vida extremo a extremo, la colaboración generará sinergias, eficacia y optimización de tiempo y recursos. Consiste en generar datos que permitan automatizar resultados, lo que a su vez generará nuevos datos. De nuevo, un círculo virtuoso.
5. No lo dudes: te sentirás (tecnológicamente) más fatigado
Si alguien como la analista jefe de investigación del Instituto DevOps, Eveline Oehrlich, lo dice, es que no cabe duda de que será así. Textual, y sin ánimo de desanimar a nadie: «El número de herramientas y marcos en tecnología es desalentador. Los desafíos que enfrentan los equipos de TI para comprender, interconectarse y aplicarlos continuarán, y en 2020, no hay una solución real a la vista». Una competencia feroz, miles de impactos llamando la atención en forma de peticiones, solicitudes, propuestas, ideas, consultas, dudas y un mercado abierto a la participación de cualquiera puede ser algo que saque de quicio a cualquiera. Sí, hay que automatizarse, pero sobre todo, que nadie «pierda de vista los problemas reales que está tratando de resolver y cómo puede llegar allí aprovechando sus propios equipos».
6. Medir por medir, no; pero no medir por no medir, menos
Lamentándolo por quienes quieran probar atajos, la cita de Peter Drucker sigue perfectamente viva: «lo que se mide, se gestiona». Eso sí, lo que se termina es el festival de medir de manera etérea y sin un fin real. Si medir es importante, es cada vez más acordar acerca de qué medir, porque el flujo de datos medibles será cada vez mayor. «Aquellos que buscan apoyo pueden apoyarse en las métricas de rendimiento descritas en la investigación de DevOps Research and Assessment (DORA), que cita cinco medidas de Software Delivery y Operational Operational (SDO) que pueden usarse como indicadores principales de éxito para los equipos DevOps de alto rendimiento», añade a este respecto el texto original
7. ¿Crisis de empleo? No en el ámbito DevOps
Los empleados que continúen por el camino de DevOps en 2020 verán beneficios que van directamente a su billetera y a su satisfacción laboral. La automatización permitirá a los empleados trabajar en más trabajo de valor agregado en lugar de tareas manuales mundanas, lo que resultará en una mayor satisfacción laboral y niveles de estrés reducidos. Los ingenieros volcados en automatización y colaboración verán incrementados sus salarios de manera significativa, y en la medida en que las inversiones revertirán cada vez más en un apoyo estratégico a IT, los profesionales que se alíen en objetivos y funciones con IT verán respaldada su apuesta por parte de la empresa.
8. Una de siglas: ITIL v4
No es este el momento ni el lugar para ponernos hipertécnicos, pero si quieres ser ágil y no te suena de nada la «Biblioteca de Infraestructura de Tecnologías de Información», o su sigla equivalente en inglés ITIL, quizá será bueno que pongas a alguien a investigarlo (o que lo hagas tú). ITIL alcanza su cuarta versión en 2020, y su vocación es clara: técnicas ágiles para el desarrollo y gestión de productos de software con un enfoque en la creación conjunta de valor de una manera que reduzca el desperdicio.
9. El cambio es generacional, y ahora entenderás por qué
La cantidad de personas que recuerdan los días «antes de DevOps» será cada vez más pequeña. La generación más joven de trabajadores en los equipos actuales no recuerda los «silos estrictos, con líneas claras en torno a áreas de responsabilidad tales como infraestructura, operaciones, diseño de aplicaciones, desarrollo, pruebas y seguridad. No recuerdan cómo esto causó mucho trabajo de transición entre equipos y grupos. No saben que los propietarios de productos, analistas de negocios, arquitectos, desarrolladores, probadores, gerentes de lanzamiento, administradores de sistemas y propietarios de infraestructura tuvieron que acordar y coordinar la planificación, desarrollo, prueba, implementación, operación y administración de una parte de software», explica con trazo firme Oehrlich, que remacha con un contundente: «Simplemente escribir esa oración fue agotador; imagina vivirlo».
10. Y como no podía ser menos, la estrella será la Inteligencia Artificial
No en vano la IA y el aprendizaje automático (ML, por sus siglas en inglés) están consideradas las tecnologías empresariales más importantes de la próxima década. Tanto que no es baladí comenzar a hablar de AIOps de la misma forma que estamos asistiendo a la naturalización del término DevOps. En 2020 se espera una adopción en progresión geométrica de estas herramientas, que automatizan la ingestión de volúmenes rápidos de datos, usan ML para analizar los datos y tienen la capacidad de aprovechar el conocimiento para la automatización o la toma de decisiones.
¿Cuál es tu actitud frente a esta oleada de tendencias? Si es la actitud del miedo, cámbiala. Si es la actitud ágil, estás de enhorabuena: tienes los cimientos para liderar no solo en 2020, sino en los próximos años.
Publicación original: 10 DevOps Trends to Watch in 2020
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