Con la transformación digital de la sociedad y de los negocios surgen múltiples retos a los que se debe hacer frente para mantenerse en primera línea. Fruto de esas necesidades, la Comisión Europea convocó a un grupo de alto nivel constituido por diez expertos que iniciaron su andadura en mayo de 2018 con el objetivo de analizar los cambios que este proceso está generando en el mercado laboral. Casi un año después, el organismo ha presentado un completo informe de más de 150 páginas (descargable desde este enlace), que abunda en todos los pormenores de la transformación radical que están experimentando la naturaleza, la calidad y la productividad en el trabajo.

El estudio tiene también la misión de tratar de cohesionar dos facetas que, lejos de ser contradictorias, deberían ser las dos caras de una misma moneda. Por un lado, aprovechar la digitalización para fomentar el crecimiento económico y el empleo; por otro, asegurar condiciones de trabajo decentes, protección social e igualdad de oportunidades. Según los expertos, hay «tendencias» que están interconectadas: digitalización, globalización, diversidad creciente de los modelos de trabajo, y envejecimiento de la fuerza laboral. Y son tendencias con «implicaciones» que deben ser estudiadas y, según los casos, superadas y/o corregidas: aumento de la desigualdad, cambios en los modelos de negocios, desplazamiento laboral, depreciación de habilidades, y aumento de las brechas de habilidades.

Del estudio de todos estos desafíos, surgen además una serie de recomendaciones específicas con políticas innovadoras, que los autores han clasificado en tres categorías principales: la mano de obra cualificada, las nuevas relaciones laborales, y el surgimiento de un nuevo contrato social.

Además, en el resumen ejecutivo del documento podemos encontrar los siguientes nueve puntos clave, planteados com medidas a adoptar:

1) Generar una «cuenta» derivada del aprendizaje personal de habilidades digitales, que pertenece al trabajador y que debe ser transferible de un trabajo a otro. Esa cuenta personal plantea detalles que han de ser abordados como contribuciones, número de horas por año, gastos elegibles, procesos de retiro y jubilación, así como planes de impuestos y pensiones.

2) Ampliar la orientación profesional y crear entornos de aprendizaje innovadores para permitir mejores opciones de carrera, así como de búsqueda activa de formación relevante para todos los europeos. La orientación profesional podría apoyarse mediante el establecimiento de estándares de formación de calidad y de «alfabetización digital» para los orientadores profesionales.

3) Apoyar a los intermediarios del mercado laboral para reducir las brechas de habilidades estructurales, especialmente para las mujeres en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM), así como trabajadores en «riesgo de automatización» y personas poco calificadas. Estos intermediarios (como los servicios públicos de empleo, las oficinas de colocación o las agencias temporales) invertirían en la capacitación en el trabajo, siempre que puedan recuperar el coste de la capacitación de los empleadores que, a su vez, se beneficiarán de los trabajadores capacitados.

4) Trabajar los riesgos de seguridad y salud en el trabajo, como la salud mental y los problemas relacionados con el estrés que resultan de la digitalización y el aumento de la volatilidad en el mundo laboral actual.

5) Ecualizar el tratamiento (administrativo) de los modelos de trabajo para armonizar los estándar y los no estándar. Se busca aquí proporcionar acceso equitativo a servicios gubernamentales o líneas de crédito, independientemente de la situación laboral.

6. Revitalizar el diálogo social especialmente en una «economía de plataforma», por ejemplo permitiendo que los trabajadores discutan los temas de manera ascendente en espacios online dedicados y moderados.

7. Garantizar una protección social neutral contra el desempleo, la enfermedad y otras circunstancias de la vida. En línea con la medida 5, se explicita que hay un creciente número de europeos con un empleo no estándar, que debería tener acceso a la protección social, para suavizar los ingresos fluctuantes.

8. Creación de una «ventana única digital» para las contribuciones de empleo e impuestos para trabajadores por cuenta propia que trabajan en plataformas en línea para empleadores múltiples y en rápido cambio.

9. Redistribuir el valor de la propiedad digital. Por ejemplo, tratando los datos como capital, trabajo o propiedad intelectual. En la medida en que los datos de trabajadores y consumidores se utilicen para aumentar el valor de la empresa, esto debe reconocerse y compensarse en consecuencia.

Nueve medidas con apuntes innovadores cuando no revolucionarios, que son solo la punta del iceberg de un informe con abundancia de datos y análisis, y que son el resultado de casi un año de trabajo de los expertos elegidos expresamente para esta tarea. Recordamos que se puede descargar desde el enlace de la noticia original, o haciendo clic aquí.

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