En estos días de frenética actividad política en España, los medios y las redes sociales se hacen eco de las opiniones de algunos miembros del gobierno sobre nuestro modelo español y su aversión por el sector turístico en nuestro país, aunque lo que no saben es la voluntad férrea de los que componemos esta industria de salir adelante reforzados, muy a su pesar.

Porque a un sector que supone directa e indirectamente un 15% del empleo no se le desprecia de esa manera. Los ciudadanos mientras tanto asistimos atónitos a una profundización de la crisis sanitaria, económica y a la fractura social, y anhelamos una política unida en España que nos saque de esta crisis lo antes posible. No importa que el turismo pese menos en el nuevo modelo, que habrá que diseñar, planificar y coordinar bien para garantizar las ayudas europeas, y abordar temas tan importantes para el futuro como la sostenibilidad, o la digitalización.

Nuestro Barómetro Turístico BRAINTRUST nos indica que el deseo de más del 75% de los consumidores a nivel mundial, es volver a viajar con todas las medidas de seguridad implantadas de forma consensuada, y unos protocolos estandarizados de forma que el riesgo esté controlado, y las condiciones para viajar sean óptimas.

Por lo tanto es responsabilidad de los directivos de nuestra industria saber aprovechar esta oportunidad única de transformar y reconstruir el modelo turístico para salir de esta crisis, sentando las bases para un nuevo renacer del turismo como se indica desde el propio sector.

Según las previsiones más optimistas, la situación sanitaria actual tardará 2 o 3 años en llegar a la “antigua normalidad”, la vacuna se prevé en el mejor de los casos para 2021, y hay que disponer de casi 8.000 millones de dosis en el mundo. Nos queda un desierto que podemos convertir en oasis, pero hemos de prepararnos para afrontar esta travesía en condiciones de supervivencia.

Nos va la vida en ello, hay más de 2 millones de familias detrás a las que el turismo da trabajo, que esperan volver a tener una mirada de esperanza.

Nuestros modelos predicen que, si la evolución de la pandemia es positiva, el año 2021 será el primero de la recuperación, desde los niveles del 70% de caída en el mercado emisor y del 90% en el receptivo, este año. En este sentido podríamos llegar a un forecast del 50-60% en ambos mercados, para llegar a unas cifras pre-Covid en 2023 como mínimo.

Siguiendo los principios de la psicología positiva, para cruzar el desierto centrémonos en lo que tenemos y no en lo que nos falta. Y tenemos todas las condiciones para volver a lograr aquellos números récord que veíamos anteriores a 2020, orientando eso sí todos nuestros recursos a la reconversión de la industria para adaptarla a los nuevos tiempos post-pandemia.

Para llegar a esa meta es imperativo trabajar en los factores clave de un Plan Integral de Competitividad del Turismo en España, que lleven a la industria a una nueva era:

  • Sostenibilidad de la actividad en defensa de los elementos naturales del territorio, y gestión coordinada de los mismos por las empresas públicas y privadas.
  • Desarrollo, innovación y modernización de los destinos en aras de mantener el modelo, poniendo al turista y su seguridad en el centro, pero garantizando el retorno de la riqueza a la sociedad mediante el empleo y la creación de empresas.
    Sistemas de análisis inteligente de los datos, optimizando sus posibilidades en tiempo real.
  • Segmentación, diversificación, atracción y comercialización del turismo en función de mercados, necesidades, objetivos y tipologías de viajeros.
  • Digitalización de los procesos asociados al viaje, para un nuevo consumidor post COVID pleno usuario de la tecnología. Capacitación de los recursos para lograr una sublime Experiencia de Cliente, que origine la fidelización.

Em estos momentos nos hallamos en BRAINTRUST trabajando en diferentes estrategias de reactivación y competitividad del turismo para diferentes C.C.A.A., Ayuntamientos y compañías privadas, con el objetivo único de lograr dichos objetivos.

Según la OMT, el turismo sostenible es aquel que “satisface las necesidades presentes de las regiones y los turistas, protegiendo y mejorando las oportunidades del futuro. Enfocado hacia la gestión de recursos para satisfacer las necesidades económicas, sociales y estéticas, respetar la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas de apoyo a la vida”.

Pero vayamos por partes.

Muchos destinos en España iniciaron hace tiempo la carrera hacia el objetivo de “Destino Turístico Inteligente” y en buena parte de la geografía española se pueden citar algunos casos de éxito y otros en proceso de lograrlo.

Algunas empresas turísticas españolas ya están a la cabeza de la innovación mundial, y algunas de ellas en la élite del ranking mundial, otras no tanto por la escasez de recursos o por una política austera de gobiernos anteriores que dejaron escapar la ocasión, y se dedicaron a sus intereses políticos cortoplacistas.

Todos, destinos, empresas, independientemente de su origen, tamaño, subsector, o posibilidades, están ahora en la encrucijada de aguantar esta crisis y con ganas de situarse en la parrilla de salida para esos nuevos tiempos.

Animo pues desde aquí, a todos, a ponernos la vestimenta adecuada para esta carrera de fondo, donde lo importante es respirar profundo, no desfondarse y prepararse para una nueva maratón, la reconstrucción y la reconversión, y recuperar el lugar que nos corresponde.

En BRAINTRUST somos partidarios de medir y consecuentemente mejorar el IST (“Índice de Sostenibilidad Turística”) que revisamos en todos nuestros proyectos con Clientes, relacionando tanto cualitativamente como cuantitativamente la oferta con la demanda, y que será clave a partir de ahora.

Veamos pues los pasos a dar para llegar a ocupar de nuevo el podio por parte de la industria turística de nuestro país en el mundo:

  1. Primero, proteger al sector con ayudas públicas para lograr su supervivencia.
  2. Diseñar un Plan Estratégico de Turismo Sostenible a corto, medio y largo plazo por la Secretaría de Estado de Turismo que fije el rumbo para los próximos 3 años.
  3. Escuchar y dar protagonismo a una Mesa del Turismo, que integre a organismos públicos y privados de la cadena de valor, para hacer realidad dicho Plan y comercializar la marca España por delante de las marcas regionales y/o locales.
    Profundizar en la modernización de nuestros destinos y realizar estrategias de reactivación coordinadas dejando a un lado los egos y partidismos.
  4. Segmentar las tipologías de viajeros y confeccionar las diferentes ofertas y propuestas de valor turísticas que queremos poner en escena y que reflejen nuestra identidad, a la vez que persiguen los ejes estratégicos.
  5. Trabajar en un amplio plan de digitalización y análisis y gestión de los datos para toda la industria, que asegure su competitividad.
  6. Aunar esfuerzos de escuelas de turismo, universidades y empresas privadas para la recapacitación y adaptación de los recursos a los nuevos tiempos.

Venimos asistiendo a un deterioro importante de la confianza de los ciudadanos en la clase política y ante la falta de acuerdos coordinados también con las empresas, empobreciendo nuestra economía como pocas veces lo habíamos visto antes.